HISTORIA UNIVERSAL
La crisis económica iniciada en 2007

Obama anuncia que intervendrá GM con 30000 millones tras su declaración de bancarrota y dice que una nueva General Motor va a salir adelante y que cuando eso suceda podremos decir que lo que es bueno para General Motor será bueno para los EEUU

Libertad Digital 2009-06-01

Obama cambia de registro. El azote de los "especuladores" que justificó la quiebra de Chrysler hace un mes se transforma ahora en un mesías nacionalizador para anunciar la intervención en GM con 30.000 millones. "No es que quiera gastar el dinero de los contribuyentes", dice.

Nuevo rescate público en EEUU. La declaración de bancarrota del gigante del motor General Motors (GM), dará pie a una amplia reestructuración y la convertirá en una empresa de menor tamaño, y la autorización de un juez que abre la vía a la fusión de Chrysler con la italiana Fiat.

El presidente de EEUU ha defendido su decisión de intervenir General Motors con una nueva inyección de capital de 30.000 millones de dólares aunque dejó claro que su administración no quería hacerlo, pero que se ha visto obligada a ello porque permitir su "colapso" habría sido "devastador" para la economía del país y para millones de estadounidenses.

"Ayudar a los contribuyentes"

No obstante, Obama ha explicado que esto no va a evitar que se cierren fábricas, concesionarios e incluso proveedoras de repuestos y materiales. También ha confesado que "entiende" que este tipo de inversiones estatales provoquen "que algunas personas tengan reservas" pero ha explicado que esto no significa que "que yo quiera gastar el dinero de los contribuyentes" sin que "lo que quiero es ayudarles".

Según ha explicado, el proceso de bancarrota de General Motors será "más largo" y "costoso" que el que está a punto de concluir su competidor Chrysler ya que, según subrayó, GM es una empresa "más grande" y "compleja", y con operaciones "en muchas partes del mundo".

Así de sencillo. Hace un mes Obama pronunció un duro discurso para culpar de la quiebra de Chrysler a "movimientos de especuladores" y señalar que GM se encontraba en buena posición. Ahora ha cambiado su tono crítico con los "especuladores" por otro más providencialista.

"Obligado" a nacionalizar

En su opinión, "la crisis económica que hemos heredado y que afecta a los mercados de capital y al mercado de la automoción nos está obligando a tomar medidas y ha obligado al Gobierno a ser accionista preferente de muchas empresas".

Con un tono casi mesiánico ha prometido que "se está terminando una vieja General Motors y está comenzando una nueva, que pueda construir vehículos más eficientes y de calidad y que ayude a proporcionar la independencia energética al país".

Al mismo tiempo ha señalado que "se va a hacer un sacrificio para las próximas generaciones, que beneficiará a sus hijos y a los hijos de todos nosotros".

"Por eso estamos haciendo este esfuerzo", dice Obama, para "convertir a los norteamericanos en accionistas"de estas compañías. Por esta razón, insiste el presidente, "el Gobierno quiere darle un nuevo impulso a la industria remozando la flota de automóviles del Gobierno".

Por último, ha señalado que "General Motors ha sido motivo de orgullo y aunque el futuro de esta empresa será diferente, una nueva General Motor va a salir adelante para dar a una nueva generación de estadounidenses la oportunidad de cumplir sus sueños, y cuando eso suceda podremos decir que lo que es bueno para General Motor será bueno para los EEUU".

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General Motors quiebra con un déficit patrimonial de 90.000 millones

Libertad Digital 2009-06-01

La centenaria firma automovilística General Motors (GM) se declarará este lunes en quiebra antes de la apertura de los mercados de valores, según confirmó en la noche del domingo un alto funcionario de la Casa Blanca.

El grupo automovilístico General Motors presentó este lunes ante un tribunal de Nueva York la solicitud para acogerse al capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos, en lo que supone la mayor suspensión de pagos de una empresa industrial de la historia.

La corporación, que cuenta con 230.000 empleados en todo el mundo y fabrica más de 20.000 coches cada día, declara un pasivo de 172.810 millones de dólares (122.500 millones de euros al cambio actual) a 31 de marzo de 2009, fecha en la que valora sus activos en 82.290 millones de dólares (58.360 millones de euros), lo que sitúa su déficit patrimonial en 90.520 millones de dólares (64.200 millones de euros).

La suspensión de pagos del gigante de Detroit, con más de cien años de historia a sus espaldas, abre el proceso para la cesión de sus activos en Estados Unidos a una nueva sociedad en la que el Tesoro ostentará la mayor parte del capital (72,5%) y en la que también estarán representados un fondo de los trabajadores y los acreedores de la corporación.

El concurso de acreedores de General Motors no afecta directamente a las actividades en Europa, tras el acuerdo alcanzado para la cesión de los activos a la firma Adam Opel y el principio de acuerdo alcanzado con el Gobierno alemán para la entrada de la canadiense Magna en la filial alemana. No obstante, este acuerdo debe concretarse en las próximas semanas.

<!--[if !supportEmptyParas]--> El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, tiene previsto ofrecer una conferencia de prensa para explicar la posición de su Administración sobre la suspensión de pagos. A continuación comparecerá ante los medios el presidente de General Motors, Fritz Henderson.

Obama, en una entrevista concedida ayer a la cadena NBC, defendió la entrada del Gobierno en el capital de GM, y apuntó que la compañía se hubiera visto abocada a la liquidación si no se hubiera alcanzado el acuerdo por el que la Administración se hará con el 72% de la automovilística, si bien reconoció que hubiera preferido "haber permanecido completamente fuera".

Capital público

En principio, además de la entrada de capital público, está previsto que la suspensión de pagos tenga una duración limitada, en principio de unos dos meses, en los que la empresa deberá deshacerse de activos y asegurar su viabilidad. GM ha recibido fondos del Gobierno de Estados Unidos por importe de 19.400 millones de dólares (unos 13.760 millones de euros).

<!--[if !supportEmptyParas]--> La última versión del plan de reestructuración que Obama exigió a General Motors contemplaba la supresión de 21.000 empleos, el cierre de 16 fábricas en Norteamérica y la eliminación o venta de cuatro de sus marcas: Pontiac, Saturn, Hummer y Saab. Así, General Motors se centrará en cuatro marcas para su actividad en Norteamérica: Chevrolet, Cadillac, Buick y GMC. De esta forma, Pontiac desaparecerá a finales de 2010, mientras que Saab, Saturn y Hummer tendrán su propia solución.

Esta reestructuración establece asimismo una reducción de los costes estructurales del 25% entre 2008 y 2010, hasta 23.200 millones de dólares (17.700 millones de euros). En cuanto a la red comercial en Estados Unidos, el número de concesionarios se reducirá un 42% entre 2008 y 2010, pasando de 6.246 a 3.605 centros.

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General Motors: la mayor quiebra industrial de EEUU

Libertad Digital (EFE) 2009-06-01

La quiebra de General Motors (GM) supone la caída del gigante industrial que mejor ha representado el modelo capitalista estadounidense hasta el punto que en su época de esplendor, la salud de GM se equiparó con la de todo el país.

A principios de los años de la década de 1950, Estados Unidos estaba en la cima del mundo. El país seguía disfrutando la victoria en la Segunda Guerra Mundial y se disputaba el liderazgo con la emergente Unión Soviética. La maquinaria industrial estadounidense funcionaba a plena capacidad y las factorías de General Motors (que durante la guerra se concentraron en la producción de material bélico) escupían automóviles a una velocidad vertiginosa para satisfacer el sueño americano.

En 1954, su cuota de mercado en Estados Unidos había alcanzado su punto álgido, 54 por ciento
, y había producido el vehículo número 50 millones. Millones de familias en todo el país dependían económicamente de General Motors.

La ligazón entre GM y el país era tal que en 1953 el entonces presidente estadounidense, Dwight Eisenhower, nombró al presidente de General Motors, Charles E. Wilson, secretario de Defensa. Según la biografía oficial del Departamento de Defensa, durante su proceso de confirmación en el Senado, Wilson asoció el futuro de Estados Unidos y General Motors.

Preguntado si como secretario de Defensa podría tomar decisiones contrarias a los intereses de su compañía, Wilson dijo que sí, "porque durante años pensé que lo que era bueno para el país era bueno para General Motors, y viceversa". Durante décadas, la declaración de Wilson pareció irrefutable.

La empresa había sido fundada en 1908 por William Durant y en sus primeros años de existencia engulló otros fabricantes como Buick, Oldsmobile, Cadillac y GMC. Pero la empresa realmente no despegó hasta que en 1923 Alfred Sloan fue nombrado presidente y consejero delegado.

Un gigante con pies de barro

Sloan disparó la cuota de mercado del 12 por ciento al 41 por ciento en 1941 y expandió internacionalmente la compañía estadounidense con la compra de la británica Vauxhall en 1925 y la alemana Adam Opel en 1929. Cincuenta años después, a principios de los años 1980, General Motors se había convertido en un gigante descomunal, con más de 600.000 empleados en Estados Unidos y otros 250.000 en el resto del mundo.

Pero la compañía que era demasiado grande para caer y que definía lo que era bueno para Estados Unidos empezó a languidecer tan pronto como alcanzó su cima. Sus ingresos se duplicaron en siete años y pasaron de 62.700 millones de dólares en 1981 a 123.600 millones de dólares en 1988. El fabricante de automóviles se había diversificado para producir desde autobuses hasta satélites y equipos militares.

Cuando Rick Wagoner llegó a la presidencia de GM en el 2000, la suerte del coloso industrial estaba prácticamente decidida gracias al ascenso de los fabricantes asiáticos y la incapacidad del sector del automóvil estadounidense para cambiar. A principios del siglo XXI General Motors estaba compuesto por un listado impresionante de marcas: Buick, Oldsmobile, Cadillac, GMC, Chevrolet, Vauxhall, Opel, Saab, Saturn, Daewoo y Hummer.

A pesar de todas estos nombres, GM llegó al siglo XXI dependiendo de que los consumidores estadounidenses seguirían comprando eternamente los grandes todoterrenos de los años 1990 y sin estrategia de cambio. Mientras, Toyota, Honda y Nissan se asentaron en Estados Unidos y le robaron día a día cuota de mercado, dejando al descubierto todos los puntos débiles del gigante.

El ascenso de los precios del petróleo y la crisis económica del 2008 fueron la puntilla final. Los compradores estadounidenses desaparecieron de los concesionarios y las ventas se desplomaron. Del 2006 y al 2008, sus pérdidas sumaron la increíble cifra de 90.000 millones de dólares y el castillo de naipes en que se había convertido el representante del antiguo capitalismo estadounidense cayó con inusitada velocidad 100 años y 8 meses después de su creación.

La empresa que representó el sueño americano se ha convertido en la imagen de la pesadilla del país. Tras más de 100 años de historia y uno de los pilares de la industria estadounidense, GM se declarará este lunes en bancarrota, en lo que supone la mayor quiebra de una firma manufacturera en EE.UU.

En términos generales, General Motors -con unos activos declarados de 91.000 millones de dólares y una deuda de 176.400 millones- será la tercera mayor bancarrota de la historia de EEUU, por detrás de los bancos Lehman Brothers y a la empresa de telecomunicaciones WorldCom.

La mayor quiebra industrial del país

General Motors se une así a Chrysler, que se declaró en quiebra el pasado 30 de abril en Nueva York, con unos activos de 39.000 millones de dólares. Esta es una relación de las mayores quiebras que se han producido en Estados Unidos, ordenada por los activos de la empresa o del grupo:

LEHMAN BROTHERS HOLDINGS: El 15 de septiembre de 2008, el banco de inversión Lehman Brothers, el cuarto de Estados Unidos, solicitó la protección del Capítulo 11 de la Ley de Quiebras estadounidense, con una deuda de 613.000 millones de dólares y activos de 639.000 millones (posteriormente elevados a 691.063 millones de dólares).

WORLDCOM, INC.: El 21 de julio de 2002 WorldCom se declaró en quiebra tras protagonizar un gran escándalo cuando admitió haber cometido "errores" de contabilidad por valor de 7.680 millones de dólares. Los activos de la empresa, hasta entonces la número dos en telecomunicaciones detrás de AT&T, sumaban 103.914 millones de dólares y su deuda, más de 30.000 millones de dólares.

GENERAL MOTORS: Tras unas fallidas negociaciones con los acreedores para canjearles por acciones su deuda, que asciende a 27.000 millones de dólares, General Motors tuvo que declararse en quiebra el 1 de junio del 2009, con unos activos de 91.000 millones de dólares. La nueva compañía que emerja de la bancarrota estará controlada por el Tesoro de EEUU, que desembolsará inicialmente 30.100 millones de dólares.

ENRON CORP.: El 2 de diciembre de 2001, la mayor compañía estadounidense de compra-venta de electricidad y gas natural presentó expediente de bancarrota. La empresa, valorada entonces en 65.503 millones de dólares, emergió de la quiebra en 2004, tras lo cual sus ex altos cargos fueron condenados por fraudes.

CONSECO, INC.: La financiera y aseguradora Conseco pidió, el 17 de diciembre de 2002, la protección de la ley de quiebras con una deuda de 6.500 millones de dólares. Con sede en Carmel (Indiana), estaba valorada por sus activos en 61.392 millones de dólares.

CHRYSLER LLC.: El 30 de abril de 2009, la empresa automovilística se vio forzada a declararse en quiebra por un reducido grupo de acreedores, pero firmó una alianza con la italiana Fiat que le permitirá salir de la suspensión de pagos. Sus activos estaban valorados en 39.300 millones de dólares.

THORNBURG MORTGAGE, INC.: El 1 de mayo de 2009, la firma hipotecaria de Nuevo México se acogió a la Ley de Quiebras acosada por la crisis de las "subprime" y los excesos en los años del "boom" inmobiliario. Sus activos sumaban 36.521 millones de dólares.

PACIFIC GAS AND ELECTRIC, CO.: El 6 de abril de 2001, se declaró en quiebra. Valorada en 36.152 millones de dólares, suministraba servicios a 13 millones de usuarios en California y había acumulado deudas de 9.000 millones de dólares por la compra de electricidad a precios elevados en el mercado abierto.

TEXACO, INC.: El 12 de abril de 1987, la petrolera Texaco pidió la protección de la ley de Quiebras estadounidense. Sus activos estaban valorados en 34.940 millones de dólares. La empresa sobrevivió y en 2001 se fusionó con Chevron Corporation para formar ChevronTexaco.

FINANCIAL CORP. OF AMERICA.: El 9 de septiembre de 1988, la empresa entró en bancarrota. Estaba valorada en 33.864 millones de dólares. La FCA, con sede en California, era propietaria de la firma hipotecaria "American Savings and Loan Association" (ASLA), afectada por una mala cartera de inversiones inmobiliarias.

REFCO, INC.: El 18 de octubre de 2005, la firma bursátil, con activos de 33.333 millones de dólares, se acogió a la Ley de Quiebras. Considerada una de las mayores corredurías del mundo en materias primas y derivados, arrastraba dificultades desde la crisis asiática de 1997. Sus dirigentes, Phillip Bennett y Tone Grant, fueron condenados a 16 y 10 años de prisión por fraudes financieros.

INDYMAC BANCORP.:
El 31 de julio de 2008 la entidad financiera se declaró en bancarrota, tres semanas después de que su banco fuera intervenido por las autoridades federales. La empresa estaba valorada en 32.734 millones de dólares.

GLOBAL CROSSING, Ltd.: El 28 de enero de 2002, la compañía de telecomunicaciones, valorada en 30.185 millones, se acogió a la Ley de Bancarrota, que da protección legal contra los acreedores. Con sede en las Bermudas, fue afectada por una débil demanda en servicios de telefonía y transmisión de datos, una abultada deuda y progresiva caída de sus acciones.

BANK OF NEW ENGLAND.: El Gobierno de EEUU declaró insolvente el banco el 7 de enero de 1991 y se hizo con el control de sus tres principales entidades. En abril siguiente fue adquirido por la financiera estadounidense Fleet/Norstar Financial Group. Estaba valorado en 29.773 millones de dólares.

GENERAL GROWTH PROPERTIES.: El 16 de abril de 2009, el gigante inmobiliario, dueño de unos 200 centros comerciales en EEUU, se declara en quiebra con una deuda de 27.000 millones de dólares y unos activos de 29.773 millones.

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La Justicia de EEUU aprueba la venta de Chrysler al grupo Fiat

Libertad Digital (EFE) 2009-06-01

Un juez federal de bancarrotas en Nueva York ha aprobado la venta de la mayor parte de Chrysler a un grupo encabezado por la firma italiana Fiat, según medios locales.

El magistrado Arthur González, del Tribunal Federal de Bancarrotas en el Distrito Sur de Nueva York, aprobó el plan el domingo por la noche después de determinar que la única salida a la situación de Chrysler era la liquidación de la empresa fundada hace 84 años.

Según dijo el periódico The Detroit News, el juez González emitió tres decisiones. La primera aprobando la venta, la segunda rechazando las objeciones al uso de fondos públicos para reestructurar los fabricantes y la tercera sobre un acuerdo fiscal relacionado con la venta de Chrysler.

La nueva empresa se llamará Grupo Chrysler LLC. El juez dijo en su decisión que el acuerdo de venta a Fiat ofrecía más valor que la liquidación. El accionariado de la nueva Chrysler se repartirá entre un fondo fiduciario gestionado por el sindicato United Auto Workers (55 por ciento), Fiat (20 por ciento pero con la opción de aumentar hasta el 35 por ciento) y los gobiernos de Estados Unidos y Canadá (la cantidad restante).

Los tenedores de deuda asegurada de Chrysler, unos 6.900 millones de dólares, recibirán 2.000 millones de dólares en metálico para cancelar la deuda. Fiat puede retirarse del acuerdo si la venta no se concreta antes del 15 de junio.

General Motors abocada a la mayor quiebra de EEUU

La quiebra de General Motors es probable según su consejero delegado

Chrysler se declara en quiebra y anuncia una alianza con Fiat

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Obama fracasa al derrochar 110000 millones y no rescatar a la automoción

LD (M. Llamas) 2009-06-02

La Gobierno de EEUU ha invertido 110.000 millones de dólares para tratar de rescatar a las grandes compañías automovilísticas. Pese a este ingente gasto público (más del 10% del PIB español), General Motors y Chrysler han quebrado el Estado ha entrado en su accionariado.

110.000 millones de dólares. Ésta es la cifra que ha invertido el Gobierno de EEUU para estimular la industria automotriz del país y, sobre todo, evitar la quiebra de compañías históricas como General Motors (GM) o Chrysler. Sin embargo, el Gobierno de EEUU ha fracasado en su intento. Pese a los rescates, ambas compañías han terminado por declararse en bancarrota, y el Estado ha entrado en su accionariado -nacionalización parcial-.

Tras la quiebra de GM, el Tesoro de EEUU se ha hecho con el 60% de la compañía. Mientras, su porcentaje en Chrysler no es mayoritario, a la espera de que el grupo italiano Fiat confirme el principio de acuerdo alcanzado por vía judicial para hacerse con la compañía estadounidense.

Hasta el momento, el Gobierno que preside Barack Obama ha invertido 110.000 millones de dólares en la industria de la automoción. Tras la intervención de GM, con un coste extra de 30.000 millones para las arcas públicas, las ayudas públicas al gigante de Detroit suman ya 50.700 millones de dólares. Chrysler ha recibido 15.500 millones. A ello se suman los 14.000 millones de dólares destinados a las financieras de ambas compañías (GMAC y Chrysler Finnacial Services), dedicadas a la concesión de créditos para la compra de vehículos.

Además, el Gobierno se ha comprometido a inyectar otros 5.000 millones de dólares a las empresas proveedoras de ambas compañías. Por otra parte, en 2007 la Administración puso en marcha un programa de ayudas públicas para fomentar los coches eléctricos e impulsar la eficiencia energética en este sector. El pasado año el Congreso asignó 7.500 millones de dólares para la fabricación de “vehículos eficientes” bajo este programa de energía verde, cuyo presupuesto asciende a 25.000 millones. Así pues, el Gobierno ha comprometido un total de 110.000 millones de dólares en este sector.