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Un psiquiatra especializado da la razón al cardenal Bertone con datos concluyentes sobre la relación entre la pederastia y la homosexualidad
E.R./ReL, sábado, 17 de abril de 2010
Las declaraciones del secretario de Estado vaticano despertaron la indignación del lobby gay, pero tienen un sólido apoyo científico incluso según los informes de los equipos que han investigado específicamente los casos de abusos cometidos por el clero. Las cifras del doctor Richard Fitzgibbons son contundentes en los porcentajes.
El lunes, en el Seminario Pontificio de
Santiago de Chile, el cardenal Tarcisio Bertone afirmó
que, «según numerosos psicólogos y psiquiatras», no
existe una relación entre la pederastia y el celibato de
los clérigos y religiosos, y sí con la homosexualidad.
El director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Federico
Lombardi, aclaró después que las afirmaciones del secretario de
Estado no se referían a la población homosexual en general,
sino «al problema de abusos por parte de sacerdotes». Eso no
aplacó al lobby gay, ni a Pedro Zerolo (quien, ignorando
las palabras de Lombardi, dijo este sábado que la
Iglesia se equivoca al «vincular una orientación sexual con la
comisión de un delito»)... ni tampoco al ministro francés de
Asuntos Exteriores, uno de los nombramientos más polémicos de
Nicolas Sarkozy por tratarse de una reconocida personalidad de
izquierdas que llegaba a un gobierno de derechas tras las
elecciones de 2007. Según Bernard Kouchner, su colega Bertone
había hecho una «amalgama inaceptable».
Pero no tan inaceptable, según el psiquiatra Richard
Fitzgibbons, uno de los principales expertos mundiales en el
asunto y consultor de la Congregación del Clero. Fitzgibbons
está especializado en la atención médica a los sacerdotes
pederastas, y no es precisamente complaciente con ellos, al
destacar que «niegan el pecado en sus vidas» y «se resisten a
examinar sus conciencias», buscando incluso justificación
en directores espirituales alejados de la doctrina moral de
la Iglesia.
En declaraciones a Catholic News Agency, sin embargo,
Fitzgibbons ha dado la razón al cardenal Bertone, al recordar
los datos contundentes del informe del despacho de abogados John
Jay, a quien la conferencia episcopal norteamericana encargó en
2002 una investigación a fondo sobre el problema que entonces
sacudía a la Iglesia en Estados Unidos. En ese informe se
recogía que el 81% de los sacerdotes pedófilos habían abusado
de menores de su mismo sexo, según el siguiente rango de edades:
6% por debajo de 7 años, 16% entre 8 y 10 años, 51% entre 11 y
14 años y 27% entre 15 y 17 años.
Fitzgibbons va aún más lejos al describir su propia y amplia
experiencia personal: «Todos los sacerdotes a los que he
tratado que habían tenido alguna relación sexual con niños
habían tenido relaciones homosexuales adultas.»