Lucha contra la contaminación del ambiente entero y no sólo del medio ambiente
Hay que encomendarle a Dios, por medio de san Francisco, no sólo el medio ambiente, sino el ambiente entero. Empezando por las obras humanas, para que sirvan a las necesidades humanas de todos; para que no caigamos por ellas en la idolatría del consumismo y de la codicia; para que ayudemos con ellas a los que sufren privaciones y miserias; para que luchemos contra los que hablan en nombre de "los pobres" y los utilizan así para ocupar el poder como falsos redentores.
Pidamos por medio de san Francisco que Dios nos libre de no luchar primordialmente contra la contaminación del ambiente entero con las inmoralidades y pecados que dañan desde niños el corazón de las personas mucho más dañinamente que sus pulmones la contaminación del medio ambiente.
Pidamos por medio de san Francisco que Dios preserve la especie más en peligro a la que, con la complicidad de los poderes, se la ataca desde cuando está en el vientre de su madre (y desde antes), hasta la eutanasia, pasando por el consumismo, las adicciones e idolatrías y la prostitución gratuita de cuerpos y almas, la ideología de género, la desmemoria histórica y la imbecilidad filosófica y política.
Pidamos por medio de san Francisco que Dios descontamine a la Iglesia del humo de Satanás, que ya en 1972 decía el Papa que por alguna fisura había entrado en el templo de Dios: il Santo Padre afferma di avere la sensazione che «da qualche fessura sia entrato il fumo di Satana nel tempio di Dio» (El humo de Satanás en la Iglesia ).