La evolución política de la
guerra de España de 1936
Aspectos militares de la
guerra de España de 1936
La sublevación de Franco en 1936
Franco en Canarias
Francisco Franco ocupaba en Santa Cruz el cargo de Comandante general de Canarias al que había sido trasladado por Azaña para alejarle de los núcleos de conspiración peninsulares. Durante su estancia en Tenerife (marzo-julio de 1936), aunque conoce que se preparaba un golpe contra el Gobierno del Frente Popular y se reúne con la oficialidad de la isla en La Esperanza y sabe que en la zona española del protectorado de Marruecos cuenta con la lealtad de las tropas, se mantenía expectante y ese golpe no lo encabezaba él sino el general Sanjurjo, bajo el cual era Mola el que llevaba los hilos de la organización como Director.
El 9 de mayo de 1936 fueron recibidos en
la Comandancia General de Canarias los jefes y oficiales de la
escuadra española que visitaba el puerto de Santa Cruz. «Al
finalizar\par el acto habló el general Franco, que\par terminó
su alocución con un "Viva España" y un "Arriba
España" [...] en sustitución\par del "Viva" a la
República» [Tomás\par Quintero: La Guerra fratricida..., 1980,
p. 32].
La Plaza de la Candelaria de Santa Cruz de Tenerife en
1936. Entonces se llamaba oficialmente Plaza de la
Constitución; y no se cambió su nombre por el más popular de
la actualidad hasta mayo de 1939, cuando el
Cabildo Insular Tinerfeño organizó la celebración de la
victoria de los nacionales en la guerra con la presencia en la
ciudad de la imagen de la Virgen de la Candelaria.
A la derecha, el palacio de Carta, en aquellos
años sede del Gobierno Civil; al fondo los cafés Cuatro
Naciones y La Peña.
El asesinato de Calvo Sotelo el 13.07.1936
La esperanza de que el gobierno cambiase de
actitud todavía la mantuvo Franco hasta el mismo 13.07.1936,
pero su indecisión e indefinición se terminó con el asesinato
de Calvo Sotelo:
"Al mediodía del 13 de julio con gran indignación mi primo
afirmó que ya no se podía esperar más y que perdía
por completo la esperanza de que el gobierno cambiase de
conducta al realizar este crimen de Estado,
asesinando alevosamente a un diputado de la nación valiéndose
de la fuerza de orden público a su servicio. La decisión de
Franco era definitiva e irrenunciable. (Franco Salgado-Araujo,
Francisco, Mi vida junto a Franco, Planeta, Barcelona, 1977, 150).
El asesinato de Calvo Sotelo por parte de los sicarios de Indalecio Prieto tenía la finalidad de provocar la insurrección de los derechistas para aplastarla y hacer triunfar ya la revolución. Pero desencadenar una guerra es correr el riesgo de perderla, aunque se calcule que esto es poco probable, o no se piense en perderla, como entonces los del Frente Popular. Y lo que es seguro es la gran cantidad de padecimientos que sufrirá la población.
La provocación de la guerra: el asesinato de Calvo Sotelo el 13.07.1936,
La sublevación de Franco el 18 de julio de 1936
El 16 de julio se conoció la muerte «mientras limpiaba su pistola» del general Amado Balmes, Gobernador Militar de la provincia de Las Palmas de Gran Canaria. Este suceso fortuito o no permitió a Franco obtener la autorización del Gobierno del Frente Popular para viajar enseguida a Gran Canaria a presidir el entierro en representación del Ministro de la Guerra.
Franco salió de Santa Cruz de Tenerife, sede de la Comandancia General de Canarias, en la noche del 16 de julio de 1936 con ese pretexto.
El 17 de julio de 1936, la prensa tinerfeña informa de que el general Franco «en el vapor correo interinsular La Palma hizo anoche viaje a la vecina isla» de Gran Canaria, para representar al Ministro de la Guerra en el sepelio del general Balmes. Le acompañaban su mujer y su hija, porque no quería dejar rehenes.
Desfile de tropas el 17 de julio de 1936
en el entierro del general Amado Balmes
Después de presidir a las once de la mañana el multitudinario entierro, Franco visitó por la tarde varios acuartelamientos.
Mientras tanto, esa tarde del 17 de julio de 1936, se inicia y triunfa la sublevación de las tropas españolas del Protectorado español de Marruecos adictas a los nacionales.
El Coronel Luis Solans, que había quedado al frente de la Comandancia Militar de Melilla, envía a la 1:00 de la noche del 18 de julio de 1936 a la Comandancia Militar de Las Palmas un telegrama dirigido al general Francisco Franco anunciándole que los sublevados ya eran dueños de la ciudad.
A las tres de la madrugada del día 18, mientras Franco pernocta en el Hotel Madrid de Las Palmas, le comunican que en Melilla el Ejército se ha «levantado en armas contra el Gobierno».
El 18 de julio de 1936 por la mañana Franco lanza su bando de sublevación fechado en Santa Cruz de Tenerife en el que proclama que él se sublevaba para realizar "por primera vez y en este orden la trilogía libertad, fraternidad e iguladad". Y se dirige por la radio a todas las unidades militares exigiéndoles que se uniesen al alzamiento. A las cinco de la mañana, las emisoras locales (Radio Las Palmas y Radio Club Tenerife) difunden el manifiesto de Franco que proclama el estado de guerra: «la energía en el sostenimiento del orden estará en proporción a la magnitud de las resistencias que se ofrezcan» [Publica el diario tinerfeño La Tarde el 18-VII-1936].
Bando del 18 de 1936 con el que se sublevó Franco en el que manifiesta que él se sublevaba para realizar "por primera vez y en este orden la trilogía libertad, fraternidad e iguladad".
Franco a continuación se traslada por mar en un transbordador al aerodromo de Gando. Evita ir por carretera para no ser interceptado. En Gando hacía días que le esperaba, para dirigirse a África un avión De Havilland Dragon Rapide alquilado en Londres,con fondos aportados por Juan March. El aparato despegó de Gando, con Franco en su interior, a las dos del mediodía del 18 de julio...
A las dos de la tarde del 18 de julio despegó de Gando Franco con su familia en el Dragon Rapide con rumbo a Agadir y Casablanca, en el protectorado francés de Marruecos, donde pasó a salvo la noche del 18 al 19 de julio, para presentarse a la mañana siguiente en Tetuán a tomar el mando de las tropas españolas de Marruecos cuando la sublevación ya se había consolidado allí y había menos peligro.
El Dragon Rapide
Franco sale de Canarias para tomar el mando de las tropas del
Protectorado español de Marruecos